Mis deseos tienen sus fantasmas
testigos incorporados en rebeldía
oportunistas junto al cadalso
se miden cuerpo a cuerpo transportados
de la dicha y delirio al torpe espanto.
De verte la cara al mediodia
de cubrir mis enojos acurrucada
presintiendo amenazas de melancolía.
Supón que gastamos de veras
hasta el silencio futuro
y caemos emboscados en oscuros acantilados,
hasta el más fiero bandolero inventaría
escapadas precipitadas ante el tornado.
Por las rendijas aprendidas
solo tus besos se clavan conocedores del paisaje
obsesionados escaladores de mi espalda sorprendida
el equipaje fantasma de la soledad me concede
un deseo que tensa su arco y dispara al laberinto.
y ya en playa firme
nos encontramos entre algas envueltos y salados
soportando el delirio del naufragio
recuperando el indeciso silencio
colmado de amarillas mariposas
que revolotean calmando la fresca confusión.
Disolviendo con mi canto
los limites de un sueño gravillado
presumiendo que aún sientes
los fantasmas que recuerdan a tus mujeres.
Cada día una esperanza recobrada
no espera nada,
soy invadida por figuras que me siguen
con su historia.
Descubiertos los velos descorridos
siento en el alma que albergo a tus fantasmas,
con ropajes de fiesta siempre me encuentran
calculando las sombras del fin del dia
testigos incorporados en rebeldía
oportunistas junto al cadalso
se miden cuerpo a cuerpo transportados
de la dicha y delirio al torpe espanto.
De verte la cara al mediodia
de cubrir mis enojos acurrucada
presintiendo amenazas de melancolía.
Supón que gastamos de veras
hasta el silencio futuro
y caemos emboscados en oscuros acantilados,
hasta el más fiero bandolero inventaría
escapadas precipitadas ante el tornado.
Por las rendijas aprendidas
solo tus besos se clavan conocedores del paisaje
obsesionados escaladores de mi espalda sorprendida
el equipaje fantasma de la soledad me concede
un deseo que tensa su arco y dispara al laberinto.
y ya en playa firme
nos encontramos entre algas envueltos y salados
soportando el delirio del naufragio
recuperando el indeciso silencio
colmado de amarillas mariposas
que revolotean calmando la fresca confusión.
Disolviendo con mi canto
los limites de un sueño gravillado
presumiendo que aún sientes
los fantasmas que recuerdan a tus mujeres.
Cada día una esperanza recobrada
no espera nada,
soy invadida por figuras que me siguen
con su historia.
Descubiertos los velos descorridos
siento en el alma que albergo a tus fantasmas,
con ropajes de fiesta siempre me encuentran
calculando las sombras del fin del dia
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