Sobran los momentos para llamarte
mis pies recorren rincones
ansiosos de furtivos encuentros
asi mi corazón puede andar de nuevo
Este viejo reloj
cansado de las emociones,
vislumbra con tedio
que todo es un juego.
No puede esquivar los hechos
solo murmura algo
sobre dormir a tiempo
comer a tiempo
olvidar las tristezas
y regar los recuerdos.
Tal vez me despida pronto
sobrevolando tu techo
como pájaro curioso
que sobrevive al invierno
Tal vez tarde en la noche
me quede quieta
encogida en tu lecho
oliendo de memoria los manjares
de tus sueños predilectos.
La culpa la tiene el aire
de sentir como yo siento
a veces abro los ojos
espantada del silencio
que se abrió como una quebrada
en lo alto de tu pecho.
Mi orgullo deshilachado
me debe este sufrimiento
oculta esta mi alma
entre mis manos vacías
No hay comentarios:
Publicar un comentario