Un domingo cualquiera
mis ojos se cosieron
ausentes de amor.
Ese día vi salir de mi cuerpo
el deseo de compartir tu vida.
Mi lengua maldiciendo,
esa dura rigidez
que la impregna y la traba.
Almuerzos ceremoniales
insípidos y gélidos sabores.
Como la costumbre,
ese lodo petrificado,
que hacía el fondo me arrastra.
Mi corazón atisba impaciente
cualquier resquicio,
mientras transcurre la vida
fuera de mi radio de acción.
Yo soy una entre las miles
que dando vuelta la espalda a su historia
ha cerrado su libro de cuentos.
* ILYA ZOMB
7 comentarios:
En ocasiones en necesario... THE END
Bello poema Carmen.
Besos.
TODO UN RECORRIDO DE EXPERIENCIAS.
UN ABRAZO
Alfa y omega, es la vida Adrianita, saludos!
Qué foto de cabecera tan bonita!! Gracias por compartir tus poemas con nosotros.
Abrazo!
Hay más libros y más cuentos.
Verdad que si?
Besos.
Un placer pasar por aqui
DEambulei por aqui.
E, desejo felicidades.
MANUEL
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