Solo oro liquido permito en mi cuerpo
Oro lavado del río de
la vida
que fluye y no volvera pasar
hoy mi lengua no hará arabescos en el aire,
un grito de
invierno rajará
el único universo que nos contiene.
El frio
desnudo,
la neblina amarrada a la pata de mi catre.
Ropa
acumulada en mi cuerpo
cábala para ocultar vendettas.
Despojar la
carne,
des-cubrirla en frenética huida.
Las hojas de
otoño
desnudan de verdad los arboles,
el dolor es intenso y gris.
Pulcramente vestida mi generación paga la culpa de vivir
como vegetal inerte
ante la autoridad.
Torrencialmente arrecia la ley de gravedad en sus bolsillos.
* Jefferson Muncy