Por
costumbre el invierno
le regala a
Pancho puerto
temporales que
barren
los cerros
Atipladas
voces
herrumbrosas
Al garete
los barcos viejos
Huyen del combate hacia altamar
Suavizo mis
penas de invierno
besos obligados
las esquirlas del surazo
En la rada
soy lobo marino
gaviota
parlanchina, altivo cormorán.
En la
oscura
noche del
puerto
el tiempo inclemente
que no es sereno vigia
a las perlas del Pacifico
abandono a su suerte
7 comentarios:
Magnífico poema. Eriza la piel cómo suena y cómo se ve.
Su voz, además, podría ir en off guiando las imágenes de un documental.
El epígrafe para el Huiña me encantó, fascinó es una más nítida palabra. Con tu permiso, Carmen, me gustaría subirlo a mi rincón gatuno con la foto que elegiste para ilustrarlo. Ya te avisaría para cuándo lo programaría.
Te mando un abrazo!
Hermoso poema,cariños.
Gracias Carlos, cuando haya un temporal ire especialmente a hacerlo me has iluminado. Y por supuesto, adoro los gatos vere tu rincon gatuno, un abrazo caro amigo!
Gracias Fiaris, abrazo feliz para ti!
Es un poema muy bueno.
Un abrazo.
Me pasaría horas viendo esos temporales.
Y también leyendo tus poemas.
Besos.
me gustan los temporales como me gustan tus poemas, para leerlos a salvo, al lado del radiador y sin miedo a que me lleve la tormenta.
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