Carmen Troncoso Baeza

No me desespera el caos, solo la mentira, con sus formas sinuosas jugando con mi miedo es la conjugación y el verbo de los desesperados. Completo el alfabeto balbuceando un lenguaje que nunca es el de mis sentimientos. Marco el tiempo en esperas, en reuniones, en borracheras donde corre desbocada mi imaginación ahí soy un gigante todos los espejos del mundo me miran solo yo reconozco mi temor a la libertad por eso la tengo encadenada para que no camine por lo inesperado y me encuentre

No debería haber acumulado minutos y segundos sin palpar el pulso de la vida. Es decir, que en efecto, igual que las hojas, el dia ha quedado desnudo lo veo en mi sombra que no tiene paz, hay demasiada luz en las bombillas de la calle. Me asombro de tanta pasión contenida ardiendo en envidias execrables por el amor que otros se profesan, ese peso y esa risa inconfundible caminan hacia el futuro, mientras un reloj empotrado en el alma del que esta solo no deja de sonar

Dame un martillo y os clavare la vista dame un pincel y mojare tus labios rojos. Aparentemente haz vendido tu conciencia a tan buen precio que haz llenado la alacena de tus carencias tus aires triunfales oscurecen la atmosfera tus mentiras tienen nombre propio mientras le ofreces café al enemigo esta lucha sin colores he de observarla y me mata el silencio corroe por dentro los estallidos de mi alma, que no me tiemble la mano para borrar tu oscuridad

E scucho tu cantarina risa vale mas que cien palabras iluminan mi primavera recordándome que el amor tiene tu cara de flor. No hay casa permanente solo el ruido de mis pies avivando mi insomne marcha a través de la vida, nada interrumpe mis pasos ni el descanso ni el ocaso del sol, los ojos de todos me miran no tengo respuestas a esas miradas vacias la luna va sola, dejando gritos de plata a su alrededor, el sabor es del tiempo ido

Abandonando el puerto la sal del aire disuelve mis pesares allende estos mares encontraras lo que buscas, tu que tienes elevados ideales. buscaras la patria en las letras migrando desde tu corazon sureño habiendo errado alrededor de ti mismo despierta de tu sueño y ponte a remar seguro aspirando libre porque estas ileso Todo esta a la vista el horizonte marcado las olas embravecidas todo te ayudara a curtir tu pluma estarás mas alerta que en la orilla navegando en la esperanza las olas marcaran el tiempo del rumbo firme que llevas

Es hora de apagar la luz no temo pegar los ojos, me cambio de bando a menudo cuando no hay precio para despertar. No hay que dudar en dar este salto Por que los sueños son sin horas pero igual acaban. Justo cuando lo empiezo a pasar bien hay una barricada en mi sueño Quien la habrá puesto ahí? Cuando huelo el pasado corro para no quedar pegada a mis naufragios. El viento me levanta la falda y el milagro me mira alegremente no hay mas ofertas de abrazos silvestres… Entrare antes de que mi sueño se enfrie

En las noches perdidas sin color ni mi brújula me encuentra sigo al norte y estoy fuera a mar abierto miro y no hay limites subo y bajo las horas las olas abrazan mi bote solitario. Ya no soy esa roca siento la embestida el naufragio es inminente aunque he perdido el camino los peces profetizan que me repartiré calladamente

Inconfundibles huellas de gaviotas apuradas de noticias la arena pisada y la espuma burlándose en la orilla las olas incontrolables abren las puertas de los castillos de arena el horizonte pierde los barcos que miramos fijamente hay un lento y continuo irse en la brisa el oro funde el azul y el sol acostado despide la costa, las lanchas, la playa y nuestra paseada soledad