Todo lo mueve el hombre Que se sienta en la montaña que digiere a la ciudad
Desvisto el paisaje solo para recordar que hay un piano enterrado en la arena. Inexpugnables alambradas y cercados cada vez más altos, puas eléctricas cámaras felinas y focos de deshechos Expulsada por una corriente de aire la noche a gatas se aferra a la cornisa. Temporera la mañana usa audífonos raros para no escuchar el grito de los pájaros que se estrellan en las ventanas de los edificios espejos Esta todo cerrado al entendimiento de la naturaleza ¡Ay la montaña que digiere a la ciudad! Se traga el smog y cierra la puerta de este tronco invertebrado de hiper carreteras a la hora de rezar por el taco autos, buses, camiones pasan las cuentas de un eterno rosario. Asfalto que tapa los campos Hileras de frondosos kilómetros torres, torretas, molinos eólicos ¡Todo lo mueve el hombre Que se sienta en la montaña que digiere a la ciudad! * Mosaico de Sandy Shimmel