Carmen Troncoso Baeza

Sobre el tablero de ajedrez despliegas tu sangrienta destreza simetricas las negras atacan por el flanco en busca de la Reina Yo nívea pieza, te veo avanzar, concentrando tus miniaturas, liberas el alfil y me rodeas. Con mis ciclopeos caballos escalo y derribo tus torres mis peones se oponen firmemente tu Rey exige mi condena Error en mis cálculos, en mis piezas reina el miedo,   estudio tus movimientos creando estrategias. JAQUE!...   en pleno corazón

Como una sonámbula que languidece empapada de mi secreta neblina roza mi cara un vespertino suspiro del viento. No habrá caricia mas intima que acerque la tempestad esquiva  de esta amante deportada. Los días se deslizan de un lado a otro, haciendo castillos en el aire se desnudan en silencio. Me duele no estar entre tus brazos jadeando inconclusa con la marea alta. 

En blanco y negro las fotos muestran mi infancia al instante. Su negativo, el  vacío  que flota de mi ayer.                                                                      Cogí un callejón sin salida a mi interior Floreciendo  en un presente sordo, continuo. Tu fantasma me clavaba sus gritos, como olas gigantes que se alzan entre mi vientre y mi espalda. Con fusta en  mano espiabas mi alma eliminando posibles debilidades. Hostil  y quebradiza simulando ser tu sombra, huí de ti con la mentira en la boca. Del cuarto oscuro opte por vengarme frivolizando mi miedo al encierro. Como una  falla invisible mi rebeldía creció rápido, devorándome la vida a gran velocidad. Culposa es...