La voz clamó: ¡Hay demasiado ruido aquí!
-
- Me has destruido
respondió el silencio
Princesa
o ramera
no me esquives
soy tu cómplice.
Atraviésame
soy tu camino
No hagas gestos
ni juego de palabras,
mi verdadero precio
aun no ha sido avaluado
camina conmigo
Es mi vida que esta en tus ojos
es la muerte sin su descanso
acepta la paz en mi regazo
Al reverso de la entrada
encontrémonos cara al viento
que nos llama en nombre
de un milagro
vibremos en armonía
hasta llegar a la
otra orilla
* Rafael Olbinski - Polonia