Horas del Dia
Llevo puesta mi prisión como un buzo su escafandra, un pájaro canta en mi ventana trinos de penitencia. El ruido tapa cada esquina cuidadoso y solemne, yo indiferente en mi concha canto quedamente. Hay horas que se empeñan en volver la cabeza aleteando frenéticas. Si mis calles recorrieran ansiosos caminos sin monedas para imprevistos se tomarian un descanso, en las escaleras. * Pintura digital de Myriam Mahiques