Carmen Troncoso Baeza

Los zapatitos de mi niña suenan a pasos nuevos rien cuando saltan en las pozas los perros husmean sus suelas y no muerden sus sueños porque toda su mirada tintinea de esperanza. Tierra nueva asi corres por las mañanas dibujando las esquinas eclipsando al dia que ya viene de vuelta, mi corazon late con tu transparencia inocencia perfecta que lava las tristezas, hueles a rosas rojas a jardín del Edén tus tréboles de la suerte trabajan tu presente y posponen mi madurez

Es que el pasado es un yelmo? Si es asi, ríete altanero, y lanza tu coraza lejos, que fluyan tus huellas dactilares, esculpe las palabras en el mirador del tiempo, permanece guardián de las nuevas semillas, ya sabes que las aventuras se escriben en presente, que tu abrazo de terciopelo se abra a todos los encuentros, cabalga sobre las dudas de la circunstancia ancla sobre el papel la vida plena de aconteceres nuevos

Bailan nerviosas las manos conversan de todo a toda velocidad, su roja boca tan quieta musita de memoria, - deseo hablar sin desnudarme. Abre la reja palabra de fierro, toca el candado forjado en el fuego, abre el idioma que quedo atascado, despide al verdugo que castiga tu lejanía en ausencia, ya viene la razón a limpiarlo todo, se imponen relojes con nuevas horas, Se desgarra la sombra sin una palabra, sale de su capullo una intrascendente mariposa volando hacia si misma hilvana palabras puras, autenticas. Todos se vuelven a escucharla.