Camino de Luna
La luna adosada a mi costado no abandona su costumbre de acallar mi mente que se duerme en sus hilos de plata. Sonámbula sin hielo en mi vaso las apariencias desnudan mi alma, escucho risas fugaces hasta las nubes no dibujan nada. En el negro cielo candente y asombrada la luna me escruta. Indiferente se levanta el viento cuando cierro los ojos llora el firmamento.