Ojos nuevos, libros viejos

Mis ojos niños se pegaban al sucio espejo del invierno Lavando por dentro los vidrios de la ventana lagrimas enérgicas no pararian el asedio de la ahogante lluvia en mi corazón. Nadie pasaba por la calle nadie me saludaba mis largos ojos enviaban miradas fantasmas a la nada. Quise aprender una ruta nueva cuando niña quise asaltar los libros que Ya eran viejos, hace años y no perderme ni una coma, de preferencia los Clasificados como: …“No son libros para ti”… Los releí una y otra vez con asombro, frases de pasión torrencial, incomprensibles pasajes de letras vacilantes. Dudas que aparecieron formaron un batallón en mi mente y con ellas, la sospecha. En el aire empieza, sin limites, el desgaste del conocimiento engullir, tragar y palpitar el mundo, hasta hoy