Las penumbras ocultan mis manos
abandonadas mis reservas
rompo el tempano de la costumbre
apegada al solitario sabor de tu sal
hay una reyerta sorda por beber mas
te dejo recados en todas partes
las flores sueltas de la culpa
se esparcen sobre tu fria superficie
en dos zancadas acortas la distancia
y tocas mi pequeño diapason
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