La
campana de la iglesia
tañe sonidos barrocos
apagan sus notas
los deseos de mi carne
Insumisa
no atiendo
sacramentos
ni letanías
revivo tus palabras
trópico carnal
Con
la puerta abierta
me
iré vistiendo
cambiare
el poema
de
vereda
Tu
ronca oscuridad
me
enciende como yesca
tu
atrevido pedernal
frota
mi memoria
y
me incita en cualquier
momento
He
pintado
cada
una de tus palabras
con
una sonrisa profunda
en
mi sexo
El
dolor titilante
de
las estrellas
germinara
cuando
la luna
termine
su ayuno
Hambre
de tu naturaleza
instintiva,
salvaje
túnel
explosivo de tiempo
morderás
mi roja manzana
¡Camino
encuéntrame!
¡Guárdame algo de tu miel!
9 comentarios:
Una pasión arrolladora, plena de deseo, convertida en poema.
¡Precioso Carmen querida!
Un abrazo
Querida Lu
Esta vida tan corta nos obliga a darnos por entero o vivir escayolados
Por el sistema cada uno elige
uuuuuuufffffffffffffffff,me gustó mucho,tiene mucho contenido,abrazo.
Gracias Fiaris!
Por suerte siempre encontramos manzanas que nos aparten del largo y tedioso camino recto, ¿verdad?
Mi bella amiga
me encantan tus letras
Querido Beauseant todas las manzanas que encuentres en el camino saciaran tu hambre
Gracias Muchita, necesito apapachos, mi alma esta un poco adolorida
La manzana, el premio al acto de liberar el sexo a la vida y el amor. Un abrazo. Carlos
Publicar un comentario