Carmen Troncoso Baeza

Al cambiar  de paisajes     me encuentro  que han llegado con las golondrinas de primavera  tus poemas    floreciendo Como la rosa que ama su espina he sido una extraña para todos menos para ti en el agua dormida todos se ahogan nosotros hemos nadado Pondré en mi terraza linternas chinas miraremos a la luna descalza  Cabalgare a pelo en tu universo intenso y en cada una de tus palabras Hagamos arder la yerba húmeda * Miho Hirano - Japon

Tu que sabes de nostalgias para ti,  no es optativa caminante del mundo justo en la química invisible del presente La gigantesca muralla que nos dividió en dos ha caído Nada ha quedado atrás todo vuelve  y se levanta Somos la lluvia que camina sin paraguas la obsesión del adoquín un puñado de viento avivando las partículas de fuego del deseo Somos pasajeros clandestinos viva pasión que duda y vacila al florecer Nos comimos a trozos los poemas, largos golpes de gong que vibran No soy callada, ni dócil uso palabras  en vez de dinero. Abre la jaula y respira el aroma crujiente de la libertad  * Oleksandr Goncharov - Ucrania

Las sombras prendieron fuego a las palabras del mas alla cenizas inextinguibles la verdadera intimidad Cautelosas nuestras hojas rojas se vuelcan  deseo espeso en horas insomnes La puerta del destino  me empujo por el paisaje hacia un Sur  mas amigable El tiempo enmascarado disfraz perseverante fantasma calido que busco mi mano a ciegas Solo el alma es capaz  de abrazar tal distancia Hoy reimos  de no vernos Reencarnamos una historia solo las golondrinas conocen lo que la  tierra calla Epístolas escritas: creada con sueños reales Candil de las olas labra mi tierra Felicidad  de leerte  y escuchar tu voz mas potente que la muerte * Jim Warren - Long Beach - California  

  ¿Es que el cerezo sin la primavera no hace agosto? Y es que el miedo no dice el miedo deshace la vida Me vi esperando el dolor como quien espera el metro Tomarlo y sentarme Penelope   al borde del asiento se hace la dormida La estación final  es para el último llamado aún no existe La  única vez  que me sumergí dentro de ti brotaron infiernos sombras larvadas del pleistoceno  No le di mas  la pasada al pasajero que se llevaría mis miedos Desvesti a la niña humo de hembra nocturna  revolcada en la espesura de tu piel La realidad sin verbo                        donde sujetarse pasó el invierno en las ramas del cerezo   Con el corazón cambiado en planetas emergentes al dia de hoy  convivimos con la peste Invente un lugar donde ir elegí un camino sin ruta hacia lo indecible que soy Diamante púrpura estoy naciendo guinda fresca