Encierro y libertad
tomadas de la mano:
Las lágrimas humedecen los rostros
al vender una tumba en verano
el polvo ambiental las seca
No da lo mismo
venderlas en invierno
las lágrimas enjoyando rostros
endurecen
el paisaje
La mañana soleada
entró por las rendijas
que
dejó la balacera
del
día anterior
Como un colador
una alta puerta
me
cierra el paso.
Balas aun calientes
hojas de metal
que se desprenden
de este árbol de latón
Merodeando las empalizadas
los
zombies con la pálida
vuelven a pedir dinero
De buena madera
Vendo encierro
a quienes han logrado escapar
acto de sanidad mental
apostar por liberarse
Ella quiere un cajón
que huela a fragante madera
de su
tierra natal,
Él se inclina por un cajón
de roble pellín
robustos
robles
adorno de caminos
de las Lomas del Pangalillo
San
Fernando al interior
En el alambre del infinito
descuelgo
mi mirada
la
copa azul volteada
a un cielo seguro.
En el camino,
nos encontraremos
* Robert Delaunay - Paris, Francia
Comentarios
Parece que estamos al inicio de algo y lo mismo no, lo mismo estamos al final...
Un abrazo.
Abraço amigo.
Juvenal Nunes
Cumprimentos poéticos